Mejorar la calidad de los cuidados y la asistencia, aumentando al mismo tiempo la eficacia operativa: este es el doble reto al que se enfrentan los centros sanitarios. Afortunadamente, existen herramientas de gestión específicas que pueden ayudarles con este reto. ¿Cómo medir la eficacia de las iniciativas de apoyo en el sector salud? ¿Qué indicadores deben controlarse? Aquí están todas las respuestas.
Cuestiones de gestión en el sector salud social
A medida que aumenta la esperanza de vida y el número de personas mayores, la oferta de centros y servicios médicos debe adaptarse a la aparición de nuevas necesidades entre las poblaciones frágiles.
Además, estas estructuras han experimentado profundos cambios en términos de contextualización, autorización y evaluación en los últimos años. Como resultado de estas reformas, ahora es esencial describir los servicios prestados y los recursos desplegados.
Concretamente, los centros sanitarios deben ser capaces de describir:
- Sus misiones, sus objetivos y cómo se monitorean estos objetivos.
- Los servicios realizados, las personas atendidas o apoyadas y las actividades realizadas.
- Cómo movilizar sus recursos financieros, humanos y materiales.
- Su implicación en un área local.
Además, la creciente regulación del sector de salud social va acompañada de cambios en los métodos de financiación, lo que da lugar a nuevos enfoques de gestión. Los centros y servicios deben reforzar sus sistemas de gestión interna si quieren adaptarse a estos cambios.
De ahí la importancia de utilizar herramientas de gestión eficaces. Los cuadros de mando, en particular, permiten a las organizaciones de asistencia social elaborar automáticamente indicadores fiables, supervisarlos a lo largo del tiempo y compararlos con los de otras organizaciones, ya sea a escala regional o nacional.
¿Para qué sirve un cuadro de mandos de un centro sanitario?
El cuadro de mando es ante todo una herramienta de gestión interna para los centros sanitarios. Su objetivo es mejorar el rendimiento de los centros y servicios, ayudándoles al mismo tiempo a aplicar y priorizar sus acciones de mejora.
También facilita los intercambios con los Organismos Autonómicos de Salud y las diputaciones provinciales. Gracias a esta herramienta, los distintos agentes comparten una visión global de la estructura que va mucho más allá de los meros aspectos financieros, por ejemplo en el marco de un proceso de contractualización.
Para los centros sanitarios, el cuadro de mando es también una palanca para desarrollar estrategias que permitan estrechar los vínculos con otras organizaciones. Por no mencionar el hecho de que los datos e indicadores proporcionados les permiten comparar sus ratios con los observados en centros comparables de todo el país.
De este modo, la gestión del rendimiento mediante un cuadro de mando combina los objetivos de calidad de la organización y de servicio a las personas con los objetivos de eficacia en la gestión de los centros. Esta herramienta también favorece la difusión de una cultura de gestión, medición y análisis en los establecimientos.
¿Cuáles son los indicadores clave de rendimiento de los centros sanitarios?
En el sector salud existen cuatro categorías principales de indicadores clave de resultados (KPI) que deben controlarse.
Servicios de asistencia y apoyo
Ejemplos:
- Porcentaje de personas en situación de excepción o sin autorización
- Desglose de las personas subvencionadas que se marcharon definitivamente durante el año (desglosado por motivo o destino)
- Grado de ocupación de las camas o plazas autorizadas
- Índice de rotación de camas o plazas autorizadas
- Perfil de las personas apoyadas (adultos/niños, grado de independencia, discapacidades observadas)
- Cuánto tiempo dura la estancia o la atención.
- Porcentaje de personas que se benefician de una medida de protección
- Número medio de días de ausencia de las personas que reciben ayuda
Recursos humanos y materiales
Ejemplos:
- Vacantes equivalentes a tiempo completo
- Tasa de servicios externos
- Porcentaje de personal con funciones de dirección o gestión de equipos
- Tasa de absentismo
- Tasa de rotación del personal
- Pirámide de edad del personal
- Volumen de cuentas de ahorro a plazo fijo
- Peso del trabajo temporal
Equilibrio financiero y presupuestario
Ejemplos:
- Ritmo de realización de las previsiones de ingresos
- Ritmo de realización de las previsiones de gastos
- Flujo de caja de las operaciones (CAF)
- Índice de obsolescencia de los edificios
- Tasa de independencia financiera
- Tasa de cobertura del capital circulante
- Desglose de ingresos y gastos
Objetivos del establecimiento
Ejemplos:
- Madurez del proceso de mejora de la calidad
- Nivel de madurez del sistema de información
¿Cómo se construye un cuadro de mandos para el sector salud social?
Conviene optar por una arquitectura de tres niveles:
- El primer nivel contiene KPI destinados a estructurar el diálogo entre los centros sanitarios y las autoridades de tarificación y control
- El segundo nivel de indicadores está diseñado para informar la gestión interna de la escuela.
- El tercer nivel no se compone de indicadores propiamente dichos, sino de datos brutos (denominados «datos de caracterización»), que sirven para describir la estructura y calcular determinados KPI. Estos datos constituyen la base para la creación de grupos homogéneos, lo que permite a los establecimientos compararse con estructuras similares.
Más que nunca, el cuadro de mandos se está convirtiendo en una herramienta esencial para los directores de centros sanitarios, los responsables de calidad y los gestores de proyectos. Gracias al cuadro de mandos, los MSF disponen de los recursos necesarios para gestionar su actividad con eficacia, al tiempo que afrontan los retos demográficos y normativos de hoy en día.